Artículo de Revista FORBS: Del paper al impacto: la historia de la investigadora del CONICET que creó dos biotechs de impacto mundial

*Artículo sacado de la revista FORBS

Pasar de escribir papers de ciencia básica a lograr transformar esos conocimientos en un valor que tenga impacto social como para crear una empresa no es una tarea fácil.
05 Junio de 2020 09.00
Eso que pocos logran desde instituciones como el CONICET Gabriela Gutiérrez lo hizo dos veces. Y es así que es la única mujer en haber creado dos Empresas de Base Tecnológica (EBT) ganadoras de dos Empretecnos, un subsidio del FONARSEC que cuenta con financiamiento del Banco Mundial.

La primera empresa, Inmunogénesis, se formó para dar soluciones en fertilidad desde una nueva óptica que viene de la Inmunología; y la segunda, Microgénesis, crea productos dentro del área de la Microbiota, que comprende estudiar la relación de bacterias y hongos que habitan dentro del cuerpo y su impacto en la salud.

¿Cómo nace la inquietud por dar forma a un proyecto como Inmunogénesis?
Quería aplicar el conocimiento de las investigaciones que habíamos realizado. Y nuestro campo (la inmunología de la reproducción) no estaba tan desarrollado en su faceta clínica. Encontré que podíamos dar tratamientos para los casos complejos, o sea, el de las mujeres que ya habían fallado en fertilidad asistida. Como además noté mucho desconocimiento del tema en el ambiente médico tradicional, sentía que podíamos agregar valor no solo con nuevos productos sino también trabajando junto a ellos enseñándoles todo lo nuevo que se está desarrollando.

¿La innovación fue solo aplicar el conocimiento que ya existía?
No solo tuvimos que adaptar cosas que ya existían a nivel de ciencia básica. Además, realizamos investigaciones en el ámbito clínico de la potencialidad de nuestras ideas. Creamos un test para describir el estado inmunológico del endometrio que llamamos TiME. Con este test podemos predecir la funcionalidad del endometrio y dar un tratamiento para corregir cualquier problema.

¿Eso dio origen a nuevas ideas?
Creo que lo más interesante que nos pasó fue ver cómo llevar una idea de la ciencia básica a la clínica. Eso hizo que a su vez enfrentáramos nuevos problemas y eso nos llevara a nuevas investigaciones. Ya no eran los ratones. Ahora era tratar cara a cara con las pacientes, poder mirarlas a los ojos, aprender de sus historias, para descubrir cosas nuevas. En particular ahora vemos al endometrio como un sensor biológico. El endometrio produce angiogénesis, regenera de cero los vasos sanguíneos con el ciclo menstrual. Ese gran gasto de energía que realiza el cuerpo debe tener una explicación. Al poder estudiar a las pacientes, conocer sus historias a nivel clínico, nos hizo ver que este sensor biológico que medimos con el TiME está diagnosticando enfermedades del orden subclínico. No son enfermedades ya declaradas, como puede ser una diabetes o una celiaquía, pero sí potencialmente se pueden desarrollar. Y parece que la naturaleza no ve las enfermedades como nosotros. Entonces debemos curar a la mamá primero para que pueda nacer su bebé después. Ahora, sin diagnóstico no hay cura. Y diagnosticar no es tan fácil porque el cuerpo humano es uno solo pero las disciplinas o lentes científicas que tenemos son muchísimas.

El enfoque parece revolucionario como para lograr un negocio exitoso?
Bueno eso podíamos pensar. Pero cuando uno hace ciencia no solo busca un negocio rentable sino tener impacto. No es cuánto facturamos; son cuántos bebés nacen. Ya logramos tener mas de 300 bebés y eso lo sabemos porque no es que damos un TiME y nos desentendemos del caso. Ser científicos nos hace buscar entender por qué tenemos éxito pero también por qué fracasamos. No es hacer lo más fácil y que facture más. Este enfoque nos llevó a la medicina personalizada. No hacemos un producto como puede ser la estrategia de una farmaceútica con el desarrollo de una droga que toman todos los pacientes. El TiME nos da información, pero el tratamiento es personalizado. Y la medicina personalizada es mucho más eficaz, pero como negocio es mucho más complejo. Estamos viendo mucho de medicina personalizada como leitmotiv de marketing. Por ahora son pocos los que realmente se animan ya que, en definitiva, es más costoso y eso impacta en los márgenes. Por otro lado, tenemos los problemas de la propia industria de la fertilidad. Entoncesel desarrollo como negocio tiene una complejidad mayor.

¿Qué problemas? ¿Las pacientes llegan a Inmunogénesis desde los centros de fertilidad?
Tenemos pacientes que son curiosas, investigan en las redes y realmente intentan entender qué les pasa, y tenemos las derivadas por los centros. En el exterior, tenemos éxito especialmente con los centros más chicos que quieren darle a cada paciente lo mejor, y al ser más pequeños les brindan más tiempo. Los centros grandes a veces no nos miran bien porque les cambiamos sus esquemas. Ellos quieren ir al próximo tratamiento de fertilidad rápido. Y además muchas veces la misma paciente quiere eso. Hay gente que piensa que uno va a un centro “a comprar” un bebé, el tema de su salud lo tienen en segundo plano. Entonces no quieren saber nada con realizar un tratamiento que le va a atrasar su próximo intento. Cuando nos conocen todo cambia. Tenemos médicos que tienen un perfil más de investigador y que son quienes nos resuelven las cosas en los centros grandes. No solo se trata de atender a las pacientes sino también a lo médicos.

¿Cuándo se transformó Inmunogénesis en una empresa?
En 2013 se abrió un subsidio en el Ministerio de Ciencia para fundar una EBT. No era fácil ganarlo porque había jueces no solo del ámbito de la ciencia sino también de la economía y otras disciplinas. Lo ganamos y obtuvimos US$ 500.000, que pudimos usar para equiparnos. En particular nos inclinamos a usar citometría de flujo, un equipo que existe gracias a las investigaciones de César Milstein. Esto nos permite medir con anticuerpos monoclonales células que nos dicen las cosas que necesitamos saber del endometrio. Nuestro test pasó a ser referencia mundial en la materia donde logramos obtener resultados originales. Es importante que el CONICET nos acompañe con políticas como la de investigador en empresa. Además, un centro grande e importante de Argentina como Halitus nos dio las primeras pacientes. Esta confianza fue fundamental porque nacimos prácticamente en break even. Rápidamente entendimos que, pese a esta confianza, la escalabilidad del negocio implicaba que seamos agnóstico de los centros y respetáramos el flujo de pacientes de cada uno de ellos. El desafío era lograr mantenerse en el mercado. No solo lo hicimos, sino que comenzamos a trabajar en España, algo que parece fácil pero no lo es. Se considera a España el segundo mercado en innovación en fertilidad detrás de Estados Unidos. Por lo tanto, llevar innovación a ese país y que sea aceptada implica competir con jugadores muy establecidos. Pero realmente teníamos diferenciales que ofrecer y ahora el desafío es crecer en ese mercado e irnos globalizando.

«Cuando uno hace ciencia, no solo busca un negocio rentable, sino tener impacto. No se trata de hacer lo más fácil y lo que más facture”.

¿Y, como si fuera poco, fundaste otra empresa?
En realidad un tema nos llevó al otro. Al entender más la problemática relacionada con la fertilidad como resultado de problemas de salud más globales, vimos que había que buscar respuestas desde la Microbiota. Resulta que, si se lo mira por su cantidad, hay más hongos, bacterias y virus conviviendo con nosotros en una relación simbiótica que células en nuestro cuerpo. Eso nos derivó a investigaciones para estudiar desbalances dentro de estas poblaciones y aplicar técnicas novedosas a nivel mundial. Vimos que no solo podíamos tratar problemas de fertilidad sino abrirnos a otros campos como el de la reumatología y enfermedades autoinmunes. Entonces aplicamos a un nuevo empretecto por unos US$ 200.000. Lo ganamos y desarrollamos el concepto junto a Agustina Azpiroz, de ABM Laboratorios, en Tandil. Pero lo mejor vino después, cuando GridX, que es una incubadora de empresas Biotech formadas por capitales privados, nos seleccionó para ayudarnos a llevar Microgénesis a Europa. Eso implicó tener a Leandro Barreiro en España para comenzar esta nueva aventura. Ganamos un concurso para presentar nuestro nuevo producto GYNOMA en Irlanda, que es referente mundial en nutrición funcional, y comenzamos a trabajar allí. Pero no perdemos el norte, somos científicos; queremos tener impacto. Y, si lo tenemos, sabemos que el negocio viene después.

CONICET en las empresas
El CONICET fomenta la participación de sus investigadores en compañías mediante un convenio específico por el cual los investigadores pueden trabajar en una empresa que les paga parte de su salario. Además, hay becas específicas para que los jóvenes investigadores realicen sus trabajos de doctorado dentro de una organización. El objetivo es lograr que las empresas aprovechen la potencialidad de la Investigación y el Desarrollo, y por otro lado que los problemas de las empresas alimenten nuevas investigaciones. “Empresas como la nuestra tienen que rein- vertir ganancias en I+D, y el apoyo del CONICET es fundamental para nutrirnos con investigadores que nos ayudan a crecer en nuestro impacto clínico”, afirma Gabriela Gutierrez, fundadora de Inmunogénesis.

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Test desarrollado por laboratorio de Tandil permitirá detectar las posibles causas de infertilidad

Agustina Azpiroz, directora de ABM Laboratorios, desarrolló un test llamado TiME (Test del Estado Inmunológico del Endometrio). Habitualmente, ante los casos de infertilidad se pone el foco en el ovocito y el espermatozoide, y no se le daba importancia al endometrio, donde se implanta el embrión. Fue así como nació su deseo de estudiar este tejido, ya que había muchos pacientes que aún con todo lo estudiado y los tratamientos realizado, continuaban sin lograr un embarazo o lo perdían. Se buscaron diferentes parámetros dentro del tejido endometrial y surgió el TiME, el cual se realiza en un momento determinado del ciclo menstrual, llamado “ventana de implantación”, que ocurre entre el día 5 y 9. Mediante una biopsia se estudia, a través de diferentes tecnologías y distintas proteínas y células, para observar el estado del endometrio.

La doctora afirma que se puede hacer en cualquier momento, principalmente en pacientes que tienen ciclos regulares. Incluso en aquellas que tienen más de 40 años, cuando decae la fertilidad, aunque no esté ovulando, ya que se hace un tratamiento del endometrio. Hoy en día, a través de un subsidio, se formó una nueva empresa de base tecnológica llamada Inmunogénesis. A su vez, por medio de otro convenio con médicos inmunólogos se hace una evaluación más compleja de la paciente con el fin de elaborar un diagnóstico y, en función de él, hacer un tratamiento específico.

Azpiroz señaló que el endometrio es el único tejido que se renueva ciclo a ciclo en todas las mujeres y que permite evidenciar patologías que aún no tienen síntomas, como la celiaquía o la diabetes, las cuales impactan sobre el endometrio y causan modificaciones sobre él. Habitualmente, el primer síntoma de esa patología es la infertilidad, pero que al ser diagnosticada es posible realizar un tratamiento para su control y, así, permitir la concepción.

A pesar de no ser el primer estudio que se realiza en un caso de infertilidad, hay un 30% de pacientes que quedan sin diagnóstico, por lo que se dirige a ellas, dentro de otros que también se pueden realizar.

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Un test detecta la causa de la infertilidad y anticipa futuras enfermedades

inmunolab1Inmnunogénesis -una empresa creada a partir del CONICET- desarrolló un método para estudiar a través del endometrio desequilibrios inmunológicos de la mujer que pueden manifestarse solo como fallas reproductivas pero que anticipan enfermedades aún no declaradas. Tandil junto a la empresa ABM Laboratorios es parte clave de este avance médico.

La asociación entre Inmunogénesis y ABM Laboratorios de Tandil es un excelente ejemplo del círculo virtuoso que enlaza los avances de ciencia básica y los nuevos problemas que surgen con la investigación aplicada.

«Inmunogénesis nació con un primer objetivo de estudiar el endometrio, su estado y las eventuales patologías que afectan la posibilidad y viabilidad de un embarazo exitoso», explica la doctora Gabriela  Gutiérrez, investigadora de carrera del CONICET, fundadora y actual CEO del laboratorio.

La empresa logró formarse a partir de un Empretecno, un subsidio que otorgó la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica destinado a la creación de empresas de desarrollo tecnológico, con el objetivo de crear su primer avance el TiME (Test del Estado Inmunológico del Endometrio). “Se trata de un estudio de utilidad en fertilidad, pero orientado a la prevención mediante un algoritmo de diagnóstico y tratamiento basado en la medicina personalizada”, comenta Agustina Azpiroz, directora de ABM Laboratorios.

Avanzar con el estudio y comprensión de este tema es una de las claves que puede ayudar a solucionar exitosamente muchos problemas de fertilidad. Según Gutiérrez, «estudiar en detalle el endometrio y su estado particular es central para la medicina reproductiva, ya que es un tejido que actúa como una especie de «sensor», y es capaz de regular la continuidad, o no, del embarazo si algo del cuerpo de la futura mamá no está del todo bien, o sufre algún proceso de inflamación, aunque no se hayan expresado aún otros síntomas. A ese tipo de enfermedades se las denomina subclínicas pero este sensor -que es el endometrio- puede delatar su presencia». La infertilidad según esta visión sería una defensa natural de la mujer ya que su cuerpo esta potencialmente comprometido y no lo suficientemente apto como para desarrollar un embarazo normal.

Cómo funciona

“El endometrio tiene la particularidad de ser un tejido que se regenera en forma constante y es el único caso del cuerpo donde ocurre fisiológicamente la generación de nuevos vasos sanguíneos ciclo tras ciclo. Es por eso que tiene la potencialidad de delatar diversas patologías aún no declaradas en forma sintomática”, aclara Gutiérrez.

El diagnóstico del TiME contempla la proporción de poblaciones celulares que forman parte de la respuesta inmunológica de las mucosas. En particular el endometrio de una mujer fértil debe expresar, en un determinado momento del ciclo menstrual, un delicado equilibrio entre las poblaciones que defienden de una inflamación versus las que favorecen la formación de vasos sanguíneos esenciales para la receptividad endometrial y el desarrollo de la futura placenta. A través de citometría de flujo se realiza el recuento de células natural killer, macrófagos y neutrófilos, y se estudian si están activas biológicamente utilizando diferentes técnicas.

No es solo medicina Reproductiva

La mayoría de las mujeres que experimentan problemas reproductivos y no encuentran causa aparente a su infertilidad, se sienten explotadas por la falta de estandarización de los métodos de diagnóstico y tratamiento que están en la frontera entre la ciencia y la medicina traslacional. Es por eso que lejos de protocolizar la enorme oferta que existe hoy en el mercado, la investigación debe orientarse a desarrollar y validar clínicamente herramientas de diagnóstico personalizado que separen los grupos de tratamiento.

Lo que buscan los análisis y la interpretación que realizan los médicos e investigadores de Inmunogénesis y ABM Laboratorios es revisar diversos marcadores biológicos del endometrio para determinar si existen problemas inmunes capaces de estar provocando aborto a repetición o alguna falla en la implantación del embrión. «Y si lo encontramos, el equipo interdisciplinario recomienda diversos tratamientos capaces de modular la respuesta inmunológica y facilitar el éxito de la fertilización asistida o natural. Pero lo interesante es que la paciente encuentre la causa a su problema. Hoy en día aun en caso de éxito hay pacientes que no saben a qué se debe su infertilidad», explica Soledad Mayol médica de Inmunogénesis.

Los resultados obtenidos por este equipo en el tratamiento de estas problemáticas han sido sustanciales. Tienen publicaciones en las que se muestran que, tras el estudio y tratamiento personalizado, se pasó de un 8% de nacidos vivos a un 78%, «tras analizar y modular la inflamación presente en el endometrio y con controles del embarazo hasta la semana 22» apunta Gutiérrez.

Para la paciente el procedimiento es simple: “debe concurrir en un día determinado para que se le haga una biopsia y un análisis de sangre. Con los resultados en la mano y en interconsulta con los profesionales de la clínica de fertilidad de la paciente, el equipo médico recomienda un tratamiento que, en un gran porcentaje de casos que siguen las indicaciones, facilita la concreción del embarazo”, explica Aspiroz.

Todos estos procedimientos han sido validados científicamente y, de hecho, la compañía está actualmente asociada al Conicet de Argentina en las regalías económicas que pueda generar este tratamiento para las parejas con dificultades de concepción. Además, por ser una empresa de base tecnológica parte de sus ganancias se reinvierten en nuevas investigaciones.

«La empresa ya está ofreciendo servicios innovadores, basados en investigaciones de profesionales de Argentina, que estarán disponibles para todas las clínicas de fertilidad de la región de América Latina”, asegura Gutiérrez. Y destacó que «se trata de un servicio de salud absolutamente nuevo, que todavía no existe ni es brindado en otros laboratorios del mundo» 

Expansión a Brasil

Esta semana, Inmunogénesis firmó un acuerdo con el Centro de Imunologia da Reprodução de Brasil, comenzando su expansión internacional mediante un convenio que ofrezca el servicio, pero que también permita avanzar en investigación y desarrollo de forma conjunta. Este convenio permitirá sumar becarios de doctorado y de postdoctorado, que se cofinancian entre ambos estados y la compañía.

“Pensamos que esta tecnología es la dirección que debe tomar la medicina porque tiene en cuenta al paciente en lo individual, no se trata además de sólo hacer un test sino de continuar con un tratamiento. Es un gran complemento para médicos y centros de fertilidad que podrán encontrar un nuevo conjunto de causas que hasta ahora no estaban dentro del radar de lo que se hace normalmente. Estamos muy entusiasmados con lanzar Inmunogénesis Brasil”, comenta Tatiana Michelon CEO del Centro de Inmunologia da Reproduçao.

Ejemplo de transferencia

Inmunogénesis es un ejemplo exitoso de las políticas que impulsa el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Argentina en materia de desarrollo científico y transferencia de sus beneficios a la sociedad. La idea central es que las ideas y los resultados «pasen» del ámbito del laboratorio al mundo productivo. Y también se busca estimular la investigación y la innovación desde el sector privado.

Justamente, la nueva empresa hace un uso intensivo de expertos con una alta formación profesional. En Inmunogénesis (www.inmunogenesis.com) trabajan hoy una decena de personas, y el 80 % del staff son investigadores del área médica o biológica.

Recientemente, la joven compañía recibió la visita de un importante grupo de funcionarios locales e internacionales del mundo de la innovación y el desarrollo que se interiorizaron de los resultados y las posibilidades de este emprendimiento.

Del MINCyT asistieron Rodolfo Blasco. Subsecretario de Coordinación Administrativa; Silvia Oliver, Directora General de Proyectos con Financiamiento Externo; Aimee García y César Curto directivos del FONTAR y Daniel Pierini, Representante por parte de la República Argentina en el Banco Mundial. “Es muy interesante ver casos como el de inmunogénesis que muestra cómo los fondos destinados a la creación de empresas de altísimo valor agregado tienen además un impacto social”, concluye Curto.

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Hasta el 26 de mayo, el mamógrafo móvil recorrerá la provincia de Córdoba

La lucha contra el Cáncer de Mama no detiene su marcha. Distintas acciones se suman cada año para darle batalla a esta enfermedad que, detectada en su etapa inicial, puede ser curada hasta en un 95% de sus pacientes.

Hasta el 26 de mayo, el mamógrafo móvil Avon-Lalcec recorrerá distintos puntos de la provincia de Córdoba, para realizar mamografías gratuitas a mujeres de entre 40 y 65 años, sin cobertura médica. Únicamente serán atendidas las personas que hayan solicitado un turno previamente, que no se hayan realizado estudios en el último año y no se encuentren en período de lactancia.

Fundación Avon inició su lucha contra el Cáncer de Mama en 1999 con la donación a Lalcec de un mamógrafo móvil. En 17 años de trabajo constante y en los más de 214 mil kilómetros que lleva recorridos, esta acción ha hecho posible que más de 2.500 mujeres, que creían estar sanas, fueran diagnosticadas a tiempo e iniciaran un tratamiento. En total, hasta el momento, se realizaron más de 132 mil mamografías gratuitas.

El recorrido que realiza el Mamógrafo Móvil por el país responde al compromiso de la Cruzada contra el Cáncer de Mama para crear conciencia sobre la importancia de la realización de los controles mamarios anuales, y acercar los medios tecnológicos para el diagnóstico precoz a mujeres sin recursos.

Recorrido

  • Hasta el 5 de mayo en Morteros. Teléfono para solicitar turnos: 03562-403030, del 18 al 22 de abril, de 14.30 a 16.30hs.
  • Del 9 al 12 de mayo en Porteña. Teléfono para solicitar turnos: 03564 -450615, martes y jueves, de 8.15 a 10.30.
  • Del 16 al 19 de mayo en Freyre. Teléfonos para solicitar turnos: 03564-15411903 / 03564-15582546, lunes a viernes de 9 a 11 y de 15 a 18 hs.
  • Del 23 al 26 de mayo en La Francia. Teléfono para solicitar turnos: 03564-471829, viernes de 14 a 18.

 

Prevención

» Primaria. Autoexploración, dos o tres días después del período menstrual, en la ducha, frente al espejo o acostada. Mediante el autoexamen se pueden detectar lesiones superiores a los dos centímetros, advertir forma, tamaño, superficie cutánea, circulación venosa, cicatrices de la mama, que no haya ningún nódulo o bulto extraño, retracción de la piel o del pezón, derrames por pezón, cambios en el color o textura de la piel de la mama.

» Secundaria. Realizar periódicamente una mamografía, una vez cada tres años para mujeres menores de 40 años, y una vez por año a partir de los 40. Realizar mensualmente el autoexamen.

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Laboratorio de Análisis Clínicos